Cuando salimos de Fukuoka hacia Hofu, lo primero que hicimos fue cambiar los Japan Rail Pass (JaRaPa) de los 20 españoles que íbamos a la boda y reservar los asientos para todos los trayectos. La cara de la empleada de la estación lo dice todo (se puso borrosa de repente).
Menos mal que Ai se encargó de todo, porque de no haber sido así, aun estaríamos allí.
Efrente de la estación de Hofu estaba nuestro hotel. Tambien estaba la parada de autobús donde tomamos el que nos llevo al Palacio Mori para disfrutar de sus jardines (a pesar de la actitud del conductor, todos llegamos puntuales).
Por el camino vimos varias cosas chocantes, como el cartel de esta cerrajería
En la entrada había un señor pintando la puerta de acceso al recinto. No nos hizo ni caso de lo concentrado que estaba.
Ya dentro, pudimos disfrutar de una muestra del otoño, cuando empiezan a cambiar de color las hojas de algunos arboles. Ya se sabe, 秋は紅葉。
De entre la espesura asomaban los fotógrafos que no daban crédito a sus ojos al ver a tantos españoles por ahí.
Por cierto, la espesura estaba muy frondosa. ¡Y esos fotógrafos son de los nuestros!
El lago estaba precioso, cubierto de hojas de loto. Le dimos la vuelta paseando.
Durante el paseo, vimos este cartel de advertencia, donde sale alguien que ya conocíamos de antes:
Los mas valientes hicimos la vuelta a pie, un paseo muy agradable por las afueras de Hofu.
También vimos cosas curiosas, como estas construcciones a base de botellas de plástico vacías que hacen el papel de veleta y de anemómetro:
Pasamos por la puerta de un 24 horas bastante grande, con un aparcamiento enorme que estaba cerrado (?) a pesar de que era un viernes no festivo.
Y por último, a pesar de que está movida (había bastante poca luz), la furgoneta mejor tuneada que se puede uno imaginar. Mas de uno se quedó con las ganas de verla parada para hacerse fotos a su lado:
Como siempre, las palabras en rojo son enlaces (estas no). Pincha y verás que bien te sienta.
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